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Mostrando las entradas de noviembre, 2023

Te quiero toda mi Venezuela

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Jonathan Cordero, Te quiero toda Mi Venezuela. « La planta insolente del Extranjero ha profanado el sagrado suelo de la Patria! » Hace ya más de 120 años, con estás palabras dió inició el General Cipriano Castro; su Gran Proclama Nacionalista y Antiimperialista, aquel 9 de diciembre de 1902. Dicha proclama fue un llamado a todos los sectores de la sociedad venezolana a hacer frente a las agresiones de las potencias extranjeras que habían bombardeado y mancillado el suelo patrio; los reinos de Inglaterra, Italia, Países Bajos y Alemania fueron los que en su momento, pretendían en su afán colonialista, arrodillar a los venezolanos ante sus intereses más oscuros. En su momento, la sociedad nacionalista y patriota se unificó bajo una sola bandera: « La Defensa de la Soberanía Nacional » Y hoy, una vez más; la Planta Insolente del Extranjero pretende en su afán neocolonialista, agredir a todos los venezolanos y venezolanas a través de los distintos métodos de guerra que han aplicado sobre

Proclama del Gral. Cipriano Castro por el Bloqueo Extranjero

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Venezolanos : La planta insolente del Extranjero ha profanado el sagrado suelo de la Patria! Un hecho insólito en la historia de las Naciones cultas, sin precedentes, sin posible justificación, hecho bárbaro, porque atenta contra los más rudimentarios principios del Derecho de Gentes; hecho innoble, porque es fruto del contubernio inmoral y cobarde de la fuerza y la alevosía, es el hecho que acaban de realizar en la rada de La Guaira hace pocos momentos las Escuadras alemana e inglesa: sorprendieron y tomaron en acción simultánea y común, tres vapores indefensos de nuestra armada que habían entrado en dique para recibir reparaciones mayores. Venezolanos : El duelo es desigual porque el atentado ha sido consumado por las dos naciones más poderosas de Europa contra éste nuestro Pais que apenas convalece de largos y dolorosos quebrantos y porque ha sido realizado de aleve manera, pues Venezuela no podía esperar tan insólita agresión desde luego que no habían precedido las fórmulas de esti